Clínicas móviles brindan atención médica a familias indocumentadas en medio del temor a ICE

Mientras las autoridades migratorias federales se abalanzan sobre ciudades santuario como Los Ángeles, un proveedor de salud local está tomando una medida audaz para garantizar que las comunidades vulnerables sigan recibiendo atención médica, acercándola a sus hogares.

El Centro de Salud Comunitaria de St. John’s ha desplegado cinco clínicas móviles en el sur de California para atender a pacientes indocumentados donde se sientan más seguros: en sus vecindarios.

“Estamos observando un aumento en el número de pacientes que desean visitas a domicilio o que están dispuestos a recibir visitas móviles más cerca de su hogar”, declaró Jim Mangia, presidente y director ejecutivo. “Algo que los pacientes nos han comentado es que les da miedo subirse al autobús. Si tienen que caminar, se sienten más seguros para llegar a una cita en la clínica”.

Aproximadamente el 20% de los pacientes de St. John’s son indocumentados. Según la organización, cerca de un tercio de ellos padece enfermedades crónicas como diabetes e hipertensión, lo que hace que perderse una cita sea potencialmente mortal. Pero desde que la administración Trump puso fin a la política de “lugares sensibles”, que protegía a hospitales y clínicas de las autoridades migratorias, muchos optan por quedarse en casa por miedo.

“Muchas familias no solo temen ir a la clínica por culpa del ICE, sino que temen que sus familias, la mayoría de las cuales tienen estatus migratorio mixto, se queden sin ellos”, dijo Mangia. “Brindar atención más cerca de casa los protege a ellos y a sus familias de lo que puede suceder cuando deportan al sustentador de la familia”.

El Centro Nacional de Derecho de Inmigración confirma que el ICE ahora tiene mayor autoridad para aplicar la ley en o cerca de los centros médicos. Este cambio ha provocado un aumento de las ausencias en las clínicas tradicionales y un aumento en la demanda de atención móvil.

Juan, un carnicero indocumentado de 28 años de origen guatemalteco, visitó una de las unidades móviles después de un accidente reciente. Llegó a Estados Unidos en 2022 y comentó que a veces le preocupa estar en público.

“Por un lado sí, pero de la misma manera, uno tiene que salir a buscar el sustento de cada día”, dijo.

Como respuesta, St. John’s ha más que duplicado sus equipos de asistencia comunitaria en las calles y visitas domiciliarias. Las clínicas móviles ofrecen una gama completa de servicios, desde pediatría y atención prenatal hasta pruebas, detección y vacunación.

Aun así, el temor no es infundado. El personal y los pacientes de las unidades móviles ya han experimentado dos incidentes relacionados con el ICE este año: uno en Downey y otro en el Parque MacArthur.

Para prepararse, St. John’s organiza capacitaciones de “Conozca sus derechos” para empleados y pacientes, preparándolos para responder si aparecen agentes de inmigración.

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