El gobierno de Nicolás Maduro implementó medidas que incluyen la detención de decenas de personas acusadas de difundir el precio del dólar en el mercado paralelo.
María Lourdes Moreno, una ama de casa de 53 años, expresó su frustración al comentar sobre la escalada de precios. “La comida sube tanto en bolívares como en dólares”, señaló, tras realizar una compra que incluía un kilo de cebolla, un alimento esencial en la dieta venezolana. “Es una locura, no dejan de aumentar los precios”.
En 2017, el precio de las cebollas era de aproximadamente 0,41 centavos de dólar, en un contexto donde el salario mínimo ascendía a 32 dólares mensuales. Hoy en día, el mismo kilo cuesta 193,95 bolívares, equivalentes a aproximadamente 1,99 dólares a la tasa oficial. Apenas una semana atrás, muchas tiendas minoristas las ofrecían a 1,05 dólares, tomando como referencia el dólar paralelo.
Los venezolanos enfrentan la presión de salarios bajos, fijados en bolívares, y precios de bienes cada vez más altos, que por lo general son cotizados en dólares aunque se pagan en bolívares. Esta realidad refleja la creciente dificultad económica que atraviesa el país en los últimos años.
Desde marzo de 2022, el salario mínimo mensual se mantuvo en 130 bolívares (aproximadamente 1,33 dólares), complementado por un bono alimentario de 40 dólares. Recientemente, Maduro hizo un ajuste del bono compensatorio, que no se aplica a pensiones ni otros beneficios, aumentando de 90 a 120 dólares mensuales, cifra que sigue siendo insuficiente para cubrir las necesidades básicas de la población.
Expertos atribuyen el incremento de la tasa de cambio a problemas estructurales de la economía venezolana, además de la reducción significativa de los ingresos petroleros, que constituyen la principal fuente de divisas en el país. No obstante, en la última semana, más de 20 personas han sido detenidas relacionadas con sitios web usados para fijar el precio del dólar en transacciones fuera del mercado oficial.
Entre los detenidos se encuentra Carlos Andrés Pérez, de 40 años, acusado de ser el creador de una cuenta en Instagram que publicaba la cotización no oficial del dólar. La fiscalía lo acusa de intentar “dañar la economía y la estabilidad del país”, afirmando que sus publicaciones han tenido un impacto devastador en el poder adquisitivo de los venezolanos.
La inflación, que cerró el año anterior en un 85% según datos del Banco Central de Venezuela (BCV), sigue aumentando, aunque no se han publicado cifras oficiales en los últimos meses. Algunos analistas predicen que podría llegar a los tres dígitos en 2025.
A pesar de la controversia, hay quienes apoyan las medidas para imponer el uso de la tasa oficial, divulgada diariamente por el BCV, que siempre suele ser inferior a la cotización informal. José Rodríguez, un mesero de 29 años, observó: “Espero que se termine esta falta de orden, no puede ser que en un lugar te cobren con el dólar oficial y en otro con el paralelo”, lo que lo obliga a mantener dos empleos para complementar sus ingresos.
La crisis social y económica, marcada por la pobreza y el hambre, ha llevado a más de 7,7 millones de personas a emigrar en busca de mejores condiciones de vida.
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