Más de 20 personas evacuadas de un petrolero ‘Adalynn’ en el golfo de Omán tras colisión con otro barco, confirmó la Guardia Costera de EAU, cerca del estrecho de Ormuz.
El incidente, ocurrido este martes 17 de junio, involucró al buque Adalynn, con bandera de Antigua y Barbuda, y al Front Eagle, operado por la compañía noruega Frontline.
La Guardia Costera Nacional de Emiratos Árabes Unidos (EAU) confirmó la evacuación de 24 tripulantes del Adalynn, quienes fueron trasladados al puerto de Khorfakkan.
El accidente se produce en un contexto de creciente tensión geopolítica en la región, exacerbada por los recientes intercambios de misiles entre Irán e Israel. Expertos señalan que las interferencias electrónicas derivadas de este conflicto podrían haber afectado los sistemas de navegación de las embarcaciones, contribuyendo al suceso.
La colisión tuvo lugar a 24 millas náuticas de la costa oriental de Emiratos Árabes Unidos. A pesar de la magnitud del evento, no se han reportado heridos entre las tripulaciones de ambos buques. Sin embargo, la preocupación principal se centra en el potencial riesgo de derrame de combustible o, en el peor de los casos, el hundimiento de alguna de las embarcaciones, lo que tendría graves consecuencias medioambientales y económicas para la región.
El Adalynn, un petrolero clase Suezmax construido en 2002 y propiedad de Global Shipping Holding Ltd, se dirigía al Canal de Suez en Egipto sin carga al momento del impacto. Por su parte, el Front Eagle transportaba dos millones de barriles de crudo iraquí con destino a Zhoushan, China. La ausencia de carga en el Adalynn podría mitigar el riesgo de un derrame masivo, pero la cantidad de petróleo a bordo del Front Eagle mantiene la alarma.
Según el servicio de monitoreo TankerTrackers.com, el Front Eagle se desplazaba a 13.1 nudos cuando “realizó un viraje a estribor (derecha), lo que provocó una colisión con la aleta de babor (costado de popa)” del Adalynn, que navegaba a una velocidad de 4.8 nudos.
El estrecho de Ormuz es un punto neurálgico para el comercio mundial de petróleo, por donde transita aproximadamente una quinta parte del crudo global. Cualquier incidente en esta arteria marítima tiene implicaciones directas en los mercados energéticos internacionales y en la seguridad de la navegación. La estabilidad de esta ruta es fundamental para la economía global.
La agencia oficial de noticias emiratí WAM informó escuetamente sobre el suceso, sin aportar detalles sobre el estado actual de los buques o la magnitud de los daños. La incertidumbre sobre la integridad estructural de las embarcaciones y el posible riesgo de fuga de hidrocarburos persiste, manteniendo en vilo a las autoridades y a la comunidad internacional.
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