Autoridades desmantelaron una red criminal compuesta por 11 personas, entre ellas un menor de edad, que utilizaban drones para entregar drogas ilegales a una prisión federal en West Virginia. La investigación, iniciada en noviembre por funcionarios de la Institución Correccional Federal, solicitó ayuda a la oficina del sheriff del condado de McDowell debido al aumento del uso de drones en el área.
Los cargos contra los sospechosos incluyen introducción de contrabando en un centro penitenciario, posesión con la intención de distribuir sustancias controladas, operación ilegal de drones y conspiración para cometer delitos graves.
Diez de los sospechosos fueron identificados como José Enrigue, Domínguez Santos, Arturo Gallegos, Miguel Piceno, Francisco González, Bailey Sexton, Héctor Luis, Raymond Saez, Rivera Gamalier y Frank Salgado. Permanecen detenidos con fianzas que oscilan entre $20,000 y $150,000 dólares, según reportes de la estación local WCHSTV.
El sheriff Muncy no especificó qué tipo de drogas se introdujeron ni si los arrestados eran reclusos. Además, uno de los sospechosos buscados fue encontrado muerto después de huir de los agentes, mientras que otros enfrentan cargos adicionales como agresión a un oficial y ser fugitivos de otros estados.
Uno de los sospechosos arrestados es un menor, y otros dos enfrentan acusaciones de agresión y huir a pie.
La mayoría de los detenidos están en la cárcel regional del suroeste en Holden, aunque los registros de la cárcel no indican si tienen abogados que puedan comentar sobre los cargos.
La noticia ha destacado la sofisticación y la audacia de la operación criminal, así como la eficacia de la colaboración entre las autoridades penitenciarias y las fuerzas del orden para desmantelarla.
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