Un derrame de aproximadamente 5 millones de galones de aguas residuales en el océano ha llevado al cierre indefinido de las playas de Long Beach y San Pedro, según informaron funcionarios de salud el martes.
El incidente, que inicialmente se estimó en alrededor de 1 millón de galones, afectó el Canal Domínguez y el río Los Ángeles, contaminando las aguas marítimas del Puerto de Long Beach y sus playas recreativas.
Este no fue el único derrame, ya que otros 40,000 galones de aguas residuales también se filtraron en la ciudad de Commerce.
Se ha iniciado una investigación para determinar las causas del incidente.
Este es el segundo derrame de aguas residuales en menos de una semana en el Condado de Los Ángeles, ambos ocurridos durante fuertes tormentas invernales, lo que resalta los problemas de infraestructura en tales condiciones climáticas.
El Departamento de Salud Pública ha advertido sobre la contaminación bacteriana en las aguas recreativas del océano y la bahía, especialmente después de lluvias, y recomienda evitar todo contacto con el agua del océano hasta que los niveles de bacterias regresen a la normalidad.
El cierre de las playas se mantendrá hasta que las autoridades determinen que no representan un riesgo para la salud pública.
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