A partir del próximo año, California pondrá en marcha un programa piloto de cámaras de velocidad en seis ciudades, incluyendo Los Ángeles, Long Beach y Glendale.
Esta iniciativa, respaldada por el Proyecto de Ley AB 645, permitirá la instalación de cámaras en áreas propensas a accidentes, como corredores y zonas escolares.
La asambleísta Laura Friedman, autora del proyecto, destaca la importancia de reducir la velocidad para salvar vidas y prevenir tragedias que a menudo se etiquetan incorrectamente como “accidentes”.
Las multas por exceso de velocidad, que comenzarán a partir de $50 dólares y serán enviadas por correo a los infractores, se aplicarán sin puntos adicionales en las licencias ni impacto en el seguro del conductor.
Este programa busca abordar la crisis de salud pública relacionada con el exceso de velocidad en las carreteras, siendo parte de la solución para proteger a las comunidades de la violencia vial.
La implementación exitosa en ciudades como Nueva York, donde el exceso de velocidad disminuyó significativamente, sirve como ejemplo del potencial impacto positivo de esta medida.
El programa refuerza el compromiso de California con la seguridad vial y establece un precedente importante para la aplicación de límites de velocidad en áreas propensas a accidentes.
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