A partir de febrero del próximo año, los inquilinos en unidades de control de renta en Los Ángeles enfrentarán un aumento del 4% en sus alquileres, siendo el primer incremento desde antes del inicio de la pandemia.
La medida, aprobada con 10 votos a favor y 2 en contra, ha suscitado preocupación entre los residentes.
A pesar de la reducción del aumento por parte de algunos concejales, propietarios argumentan que el congelamiento de alquileres durante tres años ha dejado a los dueños incapaces de cubrir los crecientes costos, generando tensiones en ambos lados.
La aprobación del aumento de alquiler del 4% afectará a casi tres cuartos de todas las unidades de control de renta en Los Ángeles, y estará vigente entre febrero y junio de 2024.
La incertidumbre sobre el impacto futuro lleva a algunos a buscar recursos legales y asistencia.
Activistas por los derechos de los inquilinos temen que este aumento pueda desencadenar desalojos y contribuir a un aumento en la población sin hogar.
Mientras tanto, los debates sobre cómo equilibrar las necesidades de inquilinos y propietarios continúan en un contexto donde la pandemia aún afecta la estabilidad financiera de muchas personas.
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