El condado de Los Ángeles declaró el estado de emergencia en respuesta a las amplias redadas de inmigración de la administración Trump, una medida típicamente reservada para incendios forestales o terremotos.
La declaración de emergencia, aprobada por 4 votos a 1 por la Junta de Supervisores, permite al condado acceder a recursos estatales y agilizar la asistencia a los residentes afectados por los arrestos masivos. Las autoridades afirmaron que la medida era necesaria para contrarrestar las consecuencias económicas, incluso entre los trabajadores de la agricultura y la construcción, y el clima de miedo que se extiende por la región.
“Esta proclamación se trata de acción y velocidad: nos permite actuar más rápido, coordinarnos mejor y utilizar todas las herramientas disponibles para proteger y estabilizar nuestras comunidades”, dijo la supervisora del condado de Los Ángeles, Lindsey Horvath, en un comunicado.
La declaración de emergencia podría eventualmente allanar el camino para una moratoria de desalojos destinada a proteger a los hogares que perdieron ingresos debido a las redadas, informó Los Angeles Times.
Los Ángeles, de mayoría demócrata, fue una de las primeras ciudades estadounidenses en enfrentarse a la fuerza de la represión migratoria del gobierno. A principios de este año, unidades de la Infantería de Marina y la Guardia Nacional se desplegaron temporalmente para sofocar las protestas contra la deportación, en contra de la voluntad de los líderes locales. Desde entonces, las operaciones se han extendido a otras ciudades importantes, como Chicago y Portland, Oregón, donde han estallado arrestos masivos y protestas similares.
Los inmigrantes representan aproximadamente un tercio de la población del condado de Los Ángeles , de aproximadamente 10 millones, y el 38% de su fuerza laboral, según el Instituto sin fines de lucro Vera.
La presidenta de la Junta de Supervisores del Condado de Los Ángeles, Kathryn Barger, emitió el único voto disidente.
En un comunicado, Barger expresó su apoyo a los inmigrantes del condado, pero argumentó que una declaración de emergencia podría sobrecargar el ya de por sí escaso presupuesto de Los Ángeles y generar demandas legales. En su lugar, pidió programas comunitarios, como asistencia legal y asistencia para el alquiler, para apoyar a las comunidades vulnerables.
“Los poderes de emergencia existen para crisis que plantean consecuencias de vida o muerte, como los incendios forestales, no como un atajo para cuestiones políticas complejas”, dijo Barger.
