La Comisión Federal de Comunicaciones (FCC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos aprobó un nuevo paquete regulatorio que busca restringir la participación de empresas vinculadas a China y otros países considerados adversarios en la instalación, operación y arrendamiento de capacidad de cables submarinos que conectan con territorio estadounidense.
A través de un reporte y orden, la agencia introduce una presunción de inelegibilidad para licencias cuando los solicitantes tengan vínculos sustanciales con gobiernos o entidades de China, Rusia, Irán, Corea del Norte, Cuba o el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela.
Además, prohíbe el uso de “equipo cubierto” de fabricantes que representen un riesgo para la seguridad nacional y endurece los requisitos de ciberseguridad y seguridad física de la infraestructura.
Los cables submarinos transportan alrededor del 99% del tráfico mundial de Internet y son esenciales para el comercio digital, la conectividad global y aplicaciones críticas como las relacionadas con la Inteligencia Artificial.
En este contexto, la FCC argumenta que la creciente amenaza de espionaje y sabotaje por parte de actores estatales hostiles exige una acción regulatoria más firme.
Si bien la medida cuenta con amplio respaldo bipartidista y se alinea con una política más amplia de “seguridad digital estratégica” de EE. UU., también plantea interrogantes sobre sus efectos en la competencia y el costo del despliegue.
Las restricciones podrían concentrar el mercado en un número reducido de proveedores “de confianza”, con un impacto potencial en la velocidad de expansión de la infraestructura y en la diversificación tecnológica.
Al mismo tiempo, la Comisión abrió un proceso de consulta pública para explorar incentivos al uso de barcos de reparación con bandera estadounidense y tecnología nacional, así como posibles exenciones para operadores que cumplan estándares estrictos.
De la revisión de los estándares se encargaría el Team Telecom, un equipo integrado por agencias como las de Justicia, Defensa y Seguridad Nacional. Este comité dará exenciones a quienes cumplan con estándares de alta seguridad.
La nueva regulación de EE. UU. sobre cables submarinos se enmarca en una creciente pugna geopolítica por el control de las autopistas digitales que conectan al planeta. El cable submarino se ha convertido en un activo tan estratégico en el tablero digital como lo es el espectro radioeléctrico.
“Estados Unidos enfrenta una amenaza persistente de adversarios extranjeros como China. Es por eso que la agenda de construcción de América no se centra sólo en las necesidades de infraestructura de Estados Unidos, sino que también avanza nuestros intereses de seguridad nacional”, dijo Brenda Carr, presidente de la FCC.
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